Más tarde, integramos el olivo a nuestra producción y con ello la instalación de una almazara para recibir la aceituna de nuestros cooperativistas y la posterior comercialización del aceite.
Con la uva el proceso fue similar ya que se pasó de una demanda de uva de mesa a la comercialización de vino elaborado y envasado en diferentes formatos y modalidades, desde el vino del año, hasta los caldos envejecidos mediante procesos artesanales, que satisfacen el paladar del gourmet más exigente.
Posteriormente llegaron el maíz y el tomate con similares evoluciones.